La Generación Z digitaliza el mercado financiero
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Cada vez a mayor velocidad los procesos de pago en el mercado sufren importantes cambios estructurales, a partir de la disrupción digital, la carrera por innovar, las regulaciones y hasta las demandas de los clientes. Las compañías deben anticipar lo que viene con alta flexibilidad y agilidad, adaptándose a un mercado que ya no se detiene. De lo contrario serán castigados por inacción. Así se desprende de un estudio de Accenture sobre las Megatendencias en Pagos, que identifica a las más importantes y que serán, en definitiva, aquellas que marcarán el futuro en el ámbito.
En este contexto, surge en primer lugar la Generación Z, que viene justo antes de los Millennials. Los mayores de este nuevo grupo son adolescentes y los consumidores del futuro, naturalmente digitales, que además nunca han vivido sin Google, Apple, Facebook o Amazon. Sólo en EEUU ellos representarán el 40% de los consumidores de aquí al 2020.
Estos jóvenes quieren contar con servicios 100% digitalizados y esperan que las billeteras piensen por ellos, por ejemplo, que les elija la tarjeta más adecuada para cada transacción. Asimismo, esperan contar con asesorías en pagos digitales y gestión de gastos, además de vivir una experiencia de calidad en otros canales como la tienda y el call center.
Otras megatendencias de futuro son la consolidación de los pagos mobile a través de una app móvil y los premios por el uso de tarjetas. En 2016, los consumidores recibieron alrededor de US$ 15 mil millones en premios, retornos de dinero, millas y puntos alrededor del mundo. El trabajo con el ecosistema juega un rol fundamental para ofrecer en conjunto con proveedores experiencias más completas para los usuarios.
Por otra parte, la colaboración es clave para formar parte de una red de innovación. Las Fintechs están cada vez más abiertas a trabajar en conjunto con los proveedores tradicionales y los bancos están comenzando a pensar e innovar.
En relación al potencial del código, su combinación con las nuevas tecnologías llevará a avances totalmente disruptivos en los procesos de pagos. Algunos ejemplos son Blockchain y la realidad aumentada.
Al ahondar en la omnipresencia de los pagos, las compañías antes controlaban su destino al aceptar las transacciones. Ahora hay una proliferación de aceptación de pagos en diferentes formatos. Esto está cambiando la relación entre las compañías, los consumidores y los intermediarios de las transacciones.
Los fraudes también innovan, dado que la industria financiera enfrenta pérdidas potenciales de US$ 31,3 mil millones en 2018 por fraudes de tarjetas, lo que representa un aumento de 18% desde 2013. Ante esto, la banca ve la seguridad de la información como una de sus principales prioridades.
Finalmente, por mucho tiempo las transacciones de pagos fueron procesadas, autorizadas y resueltas en varios días. Esto hoy no es permisible y una parte importante de los bancos y proveedores de servicios están comenzando a cambiar su infraestructura.
Con la visión adecuada –señala Bruno Vacatello, director ejecutivo para la Industria Financiera de Accenture, “estas tendencias representan importantes oportunidades para los bancos y las compañías de pagos. Los ganadores no serán aquellos que esperen a que los cambios sucedan, sino a quienes adopten una estrategia proactiva, transformando sus estrategias de negocio, modelos, sistemas y culturas”.